Hace un par de semanas tuve un debate con unos
paisanos acerca de la justicia en Guinea Ecuatorial. Un grupo de menores fue
arrestado y acusado de haber cometido diversos delitos. Según varios testigos
la policía no solo les arrestó, sino que también les maltrató. Tras leer varios
comentarios de unos paisanos en internet decidí unirme al debate, ya que no
solo aplaudían el maltrato sino que también lo celebraban como la manera más
lógica de tratar a estos supuestos delincuentes.
Mi posición con respecto al sistema judicial
guineano es bastante clara, en Guinea Ecuatorial no hay justicia. Con el cargo político,
administrativo o con los contactos adecuados, uno tiene garantizada la
impunidad. La ley en Guinea Ecuatorial, aunque no sé si se le puede llamar ley, no es
igual para todos. En cualquier estado de derecho se busca ese ideal, aunque difícil
de conseguir, de que la ley sea igual para todos. En Guinea se sabe y se da por
hecho de que la ley no puede ser la misma para el “patrón”, o sea para Obiang y
sus secuaces.
Y
como la ley no es la misma para el patrón, tampoco se le puede criticar a él o
al sistema. Puedo llegar a entender que la gente que se beneficia de un
determinado sistema lo defienda, ya que si este cambia perderían sus
privilegios, pero si uno no gana nada con este sistema, ¿por qué lo defiende?
En Guinea Ecuatorial no se puede criticar públicamente a Obiang, el que lo hace,
según la conciencia guineana, “tiene aspiraciones políticas” y hacer política
en Guinea Ecuatorial, es peligroso.
La falta de una sociedad civil fuerte y
democrática es uno de los principales problemas de Guinea. Las elecciones son
el elemento más característico de las democracias pero sin libertad, sin
justicia, sin igualdad no sirven para nada. Guinea Ecuatorial necesita
instituciones privadas en las cuales los órganos de gobierno sean estrictamente
democráticos. La gente está acostumbrada a que alguien de arriba le diga lo que
tiene que hacer, decir o votar. A la gente se le ha quitado el derecho a
pensar independientemente. La gente no es tonta y sabe que si fulano de tal
tiene trabajo, coche y casa es porque es miembro del PDGE. Y si mengano no
tiene donde caerse muerto es por su condición de opositor.
¿Necesitamos solamente un sistema político
democrático? ¿Puede éste llegar a funcionar sin una auténtica sociedad civil?
Creo que no. Guinea Ecuatorial necesita sindicatos, organizaciones
empresariales, fundaciones, ONGs, instituciones culturales, deportivas,
regionales, organizaciones si animo de lucro, cooperativas, etc. Llevamos más
de 30 años de la democratura de Obiang, es decir su democracia de partido único, el todopoderoso PDGE.
Ya va siendo hora de que empecemos a montar la democracia desde abajo, porque si
no estamos dispuestos a aguantar al “heredero”, tendremos que hacer algo.
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